Reconocimiento

Este es mi reconocimiento para vosotras, los tres luceros de mi vida, mis preciosas niñas y mi sobrina del alma.

Un reconocimiento por vuestra valentía, por vuestra comprensión y por vuestro buen hacer.

Habéis nacido en hogares felices y habéis sido hijas muy buscadas y queridas, no tengáis duda ninguna, aunque la realidad que ahora veáis, sea otra.

Fuisteis una gran ilusión para toda la familia que festejó vuestra llegada a este mundo y fuisteis cuidadas con esmero.

Habéis recibido una educación exquisita y unos buenos hábitos de vida. Sabéis distinguir entre el bien y el mal. Sabéis tratar a las personas. Sabéis apreciar y sabéis amar, aunque no lo hayáis tenido fácil.

Os ha faltado estabilidad familiar, lo sé. Os han faltado unos padres que se respetaran y amaran y que mantuvieran esa condición con el paso de los años.

Lo fantástico de vosotras es que aun sufriendo esa carencia, os habéis mostrado fuertes y valientes, responsables y felices.

Lamentablemente sabéis de algunos jóvenes como vosotras, que están desperdiciando su vida e incluso alguno que ha decidido dejar este mundo recientemente. Tristemente estos jóvenes carecen de autoestima, de fortaleza y probablemente no han conocido la felicidad. Quizás nadie se ha ocupado bien de ellos, quizás han necesitado muchos abrazos y no los han tenido…

Vosotras tres sois un gran ejemplo de adaptabilidad y de fortaleza, dignas de ser muy respetadas y admiradas por lo que sois hoy en día.

Os venero, es decir siento y os demuestro un gran amor y respeto por vuestras virtudes, vuestro méritos y por vuestra dignidad.

Por todo ello, con la mayor expresión posible de la palabra…os digo que

OS AMO.